miércoles, 9 de noviembre de 2011

MARIANNE

 "La mujer durmiente", de Pierre-Auguste Renoir

 ...Así se conocieron Elena y su vecino. Lo primero que él dijo fue:

- Tiene usted la costumbre de echarse atrás. Empieza a andar y se echa atrás. Eso está muy mal; es el primero de los crímenes contra la vida. Yo creo en la audacia.

- Las personan expresan su audacia de diversas maneras -objetó Elena-. Yo acostumbro a echarme atrás, como usted dice, pero entonces me voy a casa y escribo un libro que se convierte en una obsesión para los censores.

- Eso es malgastar las fuerzas naturales. - Pero yo utilizo mi libro como si fuera dinamita, lo coloco donde quiero que se produzca la explosión, y me abro paso a través de ella.

Mientras pronunciaba estas palabras, sonó una explosión en algún lugar de la montaña, donde se estaba abriendo una carretera, y se echaron a reír por la coincidencia...

Annais Nin
"Delta de Venus. Cuentos eróticos"

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